Recicla, repara, protege, sana, observa, respeta, comparte.
Estas son las 7 palabras que debes adoptar como regla de oro para el turismo ecológico.
Desde hace unos años, la conciencia como habitantes de este hermoso planeta, ha comenzado a cambiar. Los viejos hábitos nutridos por un inconsciente egoísmo, están dando lugar a nuevas prácticas, las cuales definen una mejor forma de habitar nuestro mundo.
Las nuevas generaciones, mejor informadas acerca de la emergencia climática, impulsan con naturalidad el cuidado de este precioso hábitat que compartimos con los demás seres.
Ya es un hecho que avergüenza ir contaminando los caminos y lugares que visitamos o habitamos. Es una cuestión de sentido común que está alcanzando el rango de masa crítica.

Cómo disfrutar nuestras vacaciones cuidando el planeta
Los niños crecen siendo atentos observadores de lo que los rodea, ávidos críticos de las conductas de los adultos.
Por suerte, hoy un gran porcentaje de personas se preocupan por el impacto que están dejando, en la vida diaria y también cuando viajan.
Hoy la pregunta es cómo podemos colaborar, sanear, o al menos no empeorar el sutil equilibrio natural.
Atendiendo a esta justa inquietud, se generaron diversas tendencias en las ofertas turísticas alternativas.
Así llega el ecoturismo o turismo ecológico, el turismo interactivo y el turismo de preservación.
TURISMO ECOLÓGICO
Una forma de viajar sin dejar huella a nuestro paso, siendo responsables en nuestras conductas. Ya sea realizando deportes que nos acercan a la naturaleza, como el trekking, el running, las diferentes formas de transporte, en kayaks, botes, lanchas, parapentes, motos o bicicletas de montaña, o paseando en vehículos, con la familia o amigos. De cualquier manera, podemos hacerlo con cuidado y sin dañar el ecosistema.
Según una encuesta realizada por el Máster de Periodismo de Viajes de la UAB e IATI, a 8 de cada 10 jóvenes y niños les preocupa el impacto negativo de nuestra intervención en los diferentes hábitats y especialmente el efecto que puede tener el turismo en el planeta.

Para esto es necesario atender ciertas reglas que recomendamos:
- Llevar bolsas de residuos en los paseos, no solo para la basura que generemos, sino para colaborar limpiando cada lugar que recorremos.
- Si vamos a comer un asado, rodear el fuego con piedras y barrer unos 5 metros alrededor para evitar que alguna brasa encienda la vegetación circundante. Asegurarse de apagar por completo el fuego antes de partir, con una buena capa de tierra.
- No dejar vidrios rotos para evitar que el efecto lupa inicie un fuego.
- Transformarse en un observador gustoso de la vida animal y vegetal, sin intentar cazar, atrapar, arrancar, cortar. Es decir, observar y disfrutar, en lugar de depredar y destruir.
TURISMO INTERACTIVO

Cuando vamos de vacaciones, nos internamos en la vida de las comunidades locales. Somos testigos de sus tradiciones, hábitos comunes.
Es una gran oportunidad para interactuar con las personas que nos reciben con gran hospitalidad y apoyar sus emprendimientos comerciales.

De aquí surgió la idea de recibir visitantes en bodegas, casas de campo, fincas agrícolas o granjas.
Para el turista que busca vivir experiencias diferentes y elige no alojarse en hoteles urbanos sino convivir con los lugareños, nada hay tan cálido como colaborar con la cosecha, preparar su propio pan, participar de una vendimia pequeña y familiar, andar a caballo por los caminos de tierra que dibujan las fincas.
Interactuar es intercambiar ideas, opiniones, costumbres e incluso idiomas. Aprender a trabajar la tierra, hacer un horno, disfrutar de una hoguera haciendo nuevos amigos.
TURISMO DE PRESERVACIÓN
Para los más exigentes en cuanto a la ecología, existe una modalidad un poco más intensa, el turismo de preservación.
Aquí el visitante arremanga su camisa y entra de lleno en el entorno natural.
Recoger basura, rescatar animales en riesgo, colaborar con los equipos de flora y fauna, plantar árboles autóctonos, son algunas de las tareas que se realizan.

Aún cuando el día se vuelva extenuante, jamás deja de ser un disfrute poder dejar una huella positiva a su paso.
En la noche, tal vez a la vera de un río de montaña, o en un desértico páramo del pedemonte, se iluminan los rostros cansados pero sonrientes, con la calidez de una hoguera. La amistad surge como bálsamo entre personas de diferentes costumbres e idiomas.
La sensación de haber aportado un poquito al equilibrio de la madre naturaleza, es más que gratificante.
La conciencia ecológica determina el bienestar tanto individual como colectivo. Nos permite acceder al futuro con esperanza y propiciar un medio ambiente saludable para las futuras generaciones.
Beneficia a la salud, ya que fomenta el consumo de productos orgánicos y nos invita a la práctica de actividades y deportes que nos ponen en contacto con la naturaleza.
Preservar los recursos naturales como un increíble tesoro, nos enseña valores éticos que redundan en beneficios para las comunidades locales y también enriquecen nuestra conciencia al regresar a nuestra vida cotidiana.
Generar nuevos hábitos nos acercará a desarrollar una forma de vida sustentable y saludable. Y con ella, llegarán ventajas para la sociedad humana en su conjunto. Dejemos atrás al turismo tradicional y de masas, y en su lugar practiquemos turismo consciente.
Nuestras cabañas
Visita nuestras cabañas el Challao o también cabañas Uspallata donde vas a poder vivir una experiencia increible, descansar y relajarte en un ambiente natural con paisajes de montaña y un espacio verde para disfrutar.
Conoce nuestras cabañas con piletas y estacionamiento incluido. Tenemos ademas recomendaciones de actividades turisticas en todo Mendoza.
No dejes de visitarnos y hacer turismo ecológico junto a nosotros.